Desde el pasado mes de marzo con la pandemia del COVID-19, la educación se vio afectada teniendo que buscar una alternativa. La presencialidad no era viable y se optó por la docencia online para poder acabar un curso más que a típico.
Con el comienzo de las clases la información todavía no es segura y contradictoria. Los universitarios son una de las caras más afectadas de la “vuelta al cole” ya que para la mayoría el desplazamiento es necesario.
INFORMACIÓN “ESCASA” y “CONTRADICTORIA”
Al principio de la pandemia poca era la información que llego a los estudiantes por parte del profesorado y la universidad.
Una joven alumna estudiante de Farmacia en la Universidad de Salamanca opina sobre lo vivido respecto a la adaptación por la pandemia: “En un principio fue desastroso. Es verdad que no estábamos preparados para un confinamiento y dejar a un lado la docencia presencial, pero las noticias que nos llegaban desde la Universidad eran escasas y a veces, incluso, contradictorias. Faltaban tres semanas para los exámenes parciales y no sabíamos qué modelo se iba a seguir, cada profesor decía una cosa. Llegó la fecha de los exámenes y seguíamos sin saber nada, hasta que nos avisaron de las nuevas fechas, que prácticamente coincidían con los finales. En ese momento parecía que su mayor preocupación era que nadie copiara, por lo que optaron por un modelo que nos perjudicaba. Después llegó el problema de las clases magistrales de forma telemática: algunas fueron clases grabadas y subidas a la plataforma, otras clases en directo mediante plataformas, y otros directamente no dieron clase. Al notarse el descontrol, se impusieron unas recomendaciones, que acabaron siendo obligaciones. Aun así, en los exámenes finales hubo problemas de conexión, se informó de un formato de examen que después no era real”.
Esta misma estudiante no confía en que el primer cuatrimestre vaya a salir adelante: “el primer cuatrimestre creo que va a ser el más problemático, a lo mejor no podemos ir a la facultad ni para hacer las prácticas, pero confío en que el segundo cuatrimestre la situación mejore y podamos continuar nuestros estudios como los años anteriores”, sentencia.
ACTUALIDAD
En la actualidad se está viendo reflejado que la mayoría de los centros educativos no estaban preparados para volver a las clases presenciales. Como podemos ver a través de noticias y de relatos de los propios alumnos todavía queda un largo recorrido para poder adaptarnos a esta situación.
Una estudiante de la Universidad Complutense de Madrid confiesa que el sistema educativo tiene carencias “mi universidad ha optado por un modelo presencial y online para dar la opción de poder ver las clases desde casa. Lo que la universidad no ha previsto es que la gente asita a clase dando esa opción, por lo que las consecuencias ya se han reflejado en que habido algunos alumnos que durante alguna clase se han tenido que volver a sus casas porque ya no entraban en el aula”.
Una estudiante de la UCLM se queja respecto al tratamiento obtenido por parte de algún profesor en relación con la situación de confinamiento. “He estado confinada y la verdad que el trato del profesorado y las facilidades para ver las clases de manera online ha dejado que desear. Lo que si tengo que decir es que la universidad se ha preocupado por mi estado de salud ya avanzo mi confinamiento. Tan solo pude ver una de las clases de las que tenía durante la semana y la justificación era la falta de recursos en el aula. Lo que no entiendo es que desde marzo que comenzó la pandemia no se haya procedido de manera adecuada para prever este tipo de hechos”.
En definitiva, toda una odisea para jóvenes de entre 18 y 21 años (la mayoría) que se desplazan de sus domicilios habituales sabiendo que en cualquier momento podría cambiar la situación que viven en la actualidad.
Asimismo, la crisis económica de multitud de familias debido a la pandemia provoca un desasosiego espectacular debido a los gastos que acarrea el que cualquier estudiante universitario de este país tenga que vivir y estudiar lejos de su lugar de nacimiento o residencia familiar.
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